miércoles, 18 de julio de 2012

Rosas negras.




Me voy lejos sin nada más que decir,
con ilusiones que volaron por ahí,
con mis pestañas caìdas, con los ojos cerrados,
con castillos de alelí,
me voy porque no puedo estar sin ti,
sintiendo que la vida se quedo aquí,
en este lugar que me pide que muera
que me implora, que me ruega, alejarme de ti.

Hay tantas cosas que no supe explicar,
tantas palabras que sobraron al hablar,
tantos roces que no terminaron en caricias,
tantos besos que se perdieron en mejillas,
hay tanto que quise ocultar al amar,
que termine ocultándome a mi misma por no saberte hablar.

Me di cuenta que el amar no es sólo decir "te amo"
es creerte lo que dices y luchar porque no sea en vano,
sentir cada latido, cada vena dilatada,
escuchar lo que no se dice pero se grita cuando se calla,
amar fue más de lo que yo pude entender,
el amor le disparó a mi sien diciéndome que estaba equivocada
el amor lo abarca todo, es más que un par de miradas.

Fueron muchos golpes en un sólo momento,
fue una guerra que creímos terminada,
nos juramos todo, nos quedamos con nada,
cada sonido que retumbaba en nuestros oídos,
cada hueso que destacaba de tu espalda,
son un montón de hojas secas que truenan en mis pisadas.

Tanto que supe dar, tanto que te quise, tanto que te tuve,
tanto que la despedida no parece encontrar su camino
sólo pienso en cómo  tenerte de nuevo aquí conmigo,
encuentro difícil todo esto, toda la malicia y todo el horror
retumban como mariposas encerradas en mi corazón.

Te ame tanto, te necesité, te odié, te vi tan diferente a mi,
que creía que lo único que funcionarìa seria dejarte ir,
me sentí bien con verte sonreír, pero mi boca se cerraba asì,
mi cráneo se comenzaba a pudrir, a escupir polilla,
se convirtió en un armario que sólo guardaba madera y arcilla,
quise recuperar lo que por ley me pertenecía
pero me perdí por completo entre tanta melancolía.

Extrañaba esos días donde siempre me decías
que la vida seria nuestra que conmigo volarías,
me convertí en una extraña que en recuerdos se reproducía,
evitando el presente que le enterraba mil espinas,
yo era una rosa, era la flor perfecta, hasta que me descubriste un dìa,
desenterraste aquella flor que con el sol sonreía,
hasta que encontró que la luz no era su única amiga.

Dime hacia dónde se dirige todo esto,
no quiero sentarme y escuchar ni un sólo verso,
me cansé de susurrar su canto y guardar silencio,
quisiera dejar de ser flor pero tampoco quiero ser un pájaro muerto.

Devuélveme lo que me arrebataste,
por qué te quedaste si mis boca te engañaba,
 tù sólo miraste mis ojos y te quedaste con la rosa blanca,
 rosa que arde por dentro y que no quiere crecer más,
rosa que lastima y que quiere arrancarse espinas para no dañar.

Sigues mirándome y sigues quedándote,
cortas sus alas blancas y luego le regalas una rosa roja,
 le rompes la mirada con otra carcajada rosa,
 le entregas tus recuerdos y ella como una pequeña se enamora,
hacia dónde vamos, a dónde esperas llegar, qué esperas de esta flor que negra se puede tornar...


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