Vives en mi.

Siempre fuiste mi inspiración, la mayoría de mis sentimientos brotaban de tu nombre o de tus actos, a veces ira o alegría, a veces coraje, a veces ganas de no volver jamás, impotencia de no saberte atento, de no poderte ver con interés, sea como sea cualquier cosa que quiera hacer tiene tatuado tu nombre de por vida, estás en la piel de todo lo que existe porque mediante mis manos se crea.

Estás en cada rincón de esta mente olvidadiza, estas en el punto exacto de mi paranoia y mi deseperaciòn, me llevas a la puerta de la locura y yo sigo pidiéndote perdón, estás en todas partes, conformas todo lo que soy, eres la fuente de mis deseos y de todo mi temor también estás en estos ojos que no son nada sin mi voz y en estas manos que tiemblan al pararme frente al mundo con ganas de escupir todo esto que siento en el corazón.

Estás a mi espalda y a mi derecha, estás en mi energía y mi pereza, estás convirtiendo estas palabras en un poema, estás convirtiéndome en alguien que va más allá de un nombre y quiere ser estrella, estás en el brillo que brota de mi y en la desdicha que llego a sentir.

Estás presente en cada poro de mi cuerpo en cada vena de mi ser, estás brotando y palpitando muy dentro, estás dándome vida y con ella te logro querer, estás haciendo que te vea, estás haciéndome caminar pero no caminar con sandalias sino con alas que sueñan con abrirse y soñar.

Estás en la inseguridad que me invade en cada reto escondido pero también estás en el coraje que me mantiene firme ante lo desconocido, estás haciéndome inalcanzable incluso para ti mismo pero estás amándome tanto que no me dejas perder el piso.

Estás dándome la pauta para lo imprevisto, estás dándome tu mano para seguir el camino, estás diciéndome "querida este es tu destino y el destino no está escrito tù le pones tu letra en vivo", estás convirtiéndome en lo mejor que pude imaginar, me conviertes en otro héroe que con la gloria se quiere quedar, estás dándome la pauta para dejar de soñar y empezar a romper rostros y almas poder vislumbrar.

Estás dándome el cordón que va directo a la escalera que me montará en la luna y me hará llegar a alguna galaxia color violeta, me harás creer que puedo y que nada acaba conmigo por más que dañe con su saliva y golpee a mis oídos, estás haciéndome otra, una mujer que deja las cenizas para tirarse en el mar y nadar sin prisa.

Estás dándomelo todo y yo estoy dejándome entregar, estoy dejando que te apropies de mi mente, de mi pasión y mi caridad, estoy dejándote entrar en esta mujer que estaba quebrada pero se logró reformar, estoy dejando que me inundes para en tu agua poderme refugiar, estoy dejando que en mi crezcas para de una vez por todas ser la mujer que siempre estuve dispuesta a admirar.