viernes, 20 de mayo de 2011

Bicèfala


Hay una gotera en mi corazón,
mi sangre se seca al compás del reloj,
este par de cuerpos no se quieren unir,
soy una dualidad, perdida hasta el fin.

Dentro de mi enfermedad, dentro de mi,
encuentro el temor y mi sufrir,
mis médulas se truenan al respirar,
mis pulmones ya no podrán más.

Me llenè de furia, intentè terminar,
con alguno de estos cuerpos,
con algùn pesar,
pero no puedo, por màs que quiero,
ambos viven en mi
estoy en una jaula siempre febril.

Tantos tropiezos,
tanta inquietud en mis dedos,
mis venas se unen al cielo,
soy un huracán que muere en silencio.

No son lágrimas,
ni lluvia la que derrite mi piel,
es la agonía de saberme
partida en dos a la vez,
un lado ajeno, otro un poco menos,
todo esto no puede ser cierto.

Pero lo es, se que lo es,
no es demencia lo que tù ves,
hay dos almas en mi ser,
hay dos vidas que no quieren ceder.

Escucho a ambas, 
escucho su voz,
son un par de extrañas,
que me hacen lo que soy,
son envidiosas y egoístas,
lo quieren todo para su vista.

Y yo no se, de verdad no se,
estoy encerrada en lo que nadie ve,
me siento atada,
lazos y hiel,
el hierro de su fuerza golpea mi sien.

Este es mi dilema
tal vez mi pesar,
no poder ser fuerte,
para decidir y acabar.

Ambas me mantienen en un limbo,
un infierno es mi cuerpo,
no resisto,
hay decisiones que acaban bien,
pero sin importar que decida,
esto terminarà siendo cruel...








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