viernes, 13 de mayo de 2011

Cascabel

Un impacto, un roce, una oleada, una caìda,
estoy intacta, pensé que entre soledad me perdería,
estoy en un laberinto de gente sin vida,
me siento condenada a vivir entre sonrisas.

Sonrisas hipócritas, sonrisas con máscara de luna,
dientes mentirosos que torturan,
su voz es un arma de un filo especial,
no ataquen mi cuerpo ¡Déjenme en paz!

Tartamuda, quieta, así me encuentro,
estoy entre telarañas, obtengo algo muerto,
es mi cuerpo, no mi alma, ahí viene el silencio,
estoy sobre restos de sollozos inquietos.

Costillas frágiles, las mías y sin sabor,
la Luna no responde, ni el mar, pierdo el control,
ustedes cuerpos inertes, ustedes me capturan,
soy presa fácil, soy más débil que la duda.

Tonta, tonta ¿Porqué me dejé vencer?
me deje atrapar por palabras hirientes,
por cumplidos que parecían inocentes,
sinceridad, es lo que menos parece que tienen.

Ando sobre tobillos frágiles,
golpeteando la arena del tiempo,
que alguien me libere de estas ramas de árboles,
que me sujetan y me entierran con miedo.

Fragilidad, tentación, agonía,
me comen les huesos como arpías,
obtienen mis deseos y mis pasiones tiran,
yo quería amar y perdí la vista.

Capturada, siempre capturada,
se robaron mi cuerpo y mi corazón,
me dejaron desahuciada,
la esperanza perdió toda opción.

Encerrada en esta burbuja que llaman mundo,
no puedo desatarme, es absurdo,
estoy entregada a algo que no quiero,
la nostalgia extraña un recuerdo muerto.

Deje de ser, deje de amar,
he perdido toda posibilidad de dar,
tòmenme y háganme como quieran,
que si doy pasos  ya es por simple inercia. 

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