miércoles, 23 de febrero de 2011

La pregunta y el momento.




Dime en que parte de esta escalera nos vamos a esconder,
dónde pondremos nuestros recuerdos al momento de crecer,
dime por què amamos descontroladamente en un dos por tres,
quiero saber que es todo eso que nos hace poder creer.

Y me escondo en el estacionamiento de mis pensamientos,
donde todo lo que tengo es mucho más que secretos,
donde las luces de la ciudad me ponen pálida y de nuevo,
me hacen pensar que todo esto no es precisamente lo que quiero.

Por qué cuando camino mis pies se vuelven frágiles y de papel,
por qué mis brazos languidecen y caen cuando quieren ascender,
por qué me vuelvo tan común, y veo lo que ellos ven,
no soy un ser humano corriente, que sólo piensa en correr.

No quisiera convertirme en maquinita amante de momentos,
quiero vivir más allá de lo que parece ser lo más cierto,
contéstale a mi cerebro, no repitas lo que pienso,
que estoy harta de que me digan que no encontraré lo que deseo.

Cuando mi cabeza se detiene y el corazón quiere proceder,
la coraza se hace tenue, el alma sale de mi ser,
ya te dije que no soy común, si quieres escuchar, ve,
que mi cara tiene oculta lo que verdaderamente es.

Si el sonido de los gritos, la desesperación y el dolor,
palpitaran en mi cabeza al pronunciar cada oración,
yo serìa lo que tù eres sólo que un poco peor,
serìa una muñequita perdida en busca de una salvación.

Asì que dime por qué creemos en creer,
por qué le lloramos tanto a lo que ya no existe ni se deja ver,
por qué tenemos tanto miedo de solos quedarnos al no volver,
dime por qué regularmente las pasiones nos logran envolver.

Quisiera ocultarme y ser inmune a heridas y decepción,
pero se que eso es imposible, por eso enfrento lo que soy
porque con el tiempo y un poco de atención
la verdad está en que uno tiene el poder de decir adiós.

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