miércoles, 29 de diciembre de 2010

Cuando ellos no estèn



Cuando ellos no estén, caminaremos hacia ese balcón de carbón,
nos miraremos a los ojos y recordaremos lo que nunca se perdió.
Pensando en nosotros únicamente, sin nada más en la mente
será cuando encontremos la libertad que parecía tan inerte

Cuando ellos no estén invadiéndonos con su dolor, su temor,
encontraremos la tranquilidad que en el camino  no desapareció.
Terminando con todo lo que nos ataba únicamente como antes,
seremos inalcanzables, tan lejanos como la muerte, esa que nadie sabe.

Cuando ellos no estén, te volveré a amar y aunque estén te seguiré amando,
me abrazaras y me mantendré en tus brazos con latidos esfumados,
te sonreiré y me mirarás como cuando lo único existente,
era ser uno sólo, ser tu y yo, es entonces cuando el mundo se detiene.

Cuando ellos no estén, no habrá que escuchar más palabras sin sentido,
no habrá que demostrar a nadie que esto es real y que siempre ha existido,
porque sabemos que esto que hay entre nosotros es mucho más fuerte,
que cualquier palabra, mirada o tragedia que aparezca justo enfrente.

Cuando ellos no estén y aunque estén serán parte del olvido,
lo son ahora y lo serán siempre pues para nosotros no son más lo vivido,
son cenizas, viento, se van, regresan pero nunca permanecen,
pues he aprendido que en la vida el amor es lo único que se mantiene.

Cuando ellos no estén, juntos volveremos a ser lo que ellos no quieren,
esos de los que nos enamoramos sin importarnos lo que esperen,
porque te tengo y me tienes justo por como somos,
irreverentes, indiferentes, inconclusos pero jamás solos.

Y aunque estén, aunque sigan estando, yo seguiré justo a tu lado,
porque contigo estoy completa, contigo no hay más daño,
somos uno, entrelazados, enamorados como quiera que nos llamen.
¡No importa! Porque esto es nuestro y sólo en nuestro mundo cabe.

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